Una urgencia es cuando tu vida o la función de un órgano están en riesgo y necesitan atención inmediata.
Algunos ejemplos son: dificultad para respirar, dolor intenso en el pecho, pérdida de conciencia, sangrado abundante, convulsiones, fracturas graves o síntomas neurológicos como parálisis. Si presentas alguno de estos, acude de inmediato a urgencias.