El periodo de incubación del virus desde la infección y la aparición de los síntomas suele ser
de 6 a 13 días, aunque puede variar entre 5 y 21 días.
La infección puede dividirse
en dos periodos:
• El periodo de invasión: dura entre 0 y 5 días, se
caracteriza por presentar fiebre, dolor intenso de cabeza, inflamación de los ganglios
linfáticos, dolor lumbar, dolores musculares y falta de energía.
• La erupción
cutánea: suele comenzar 1-3 días después de la aparición de la fiebre y tiende a
concentrarse sobre todo en la cara y las extremidades en lugar de en el tronco. La erupción
evoluciona secuencialmente de máculas (lesiones con una base plana) a pápulas (lesiones firmes
ligeramente elevadas), vesículas (lesiones llenas de líquido claro), pústulas (lesiones llenas
de líquido amarillento) y costras que se secan y se caen.
La viruela símica suele
ser una enfermedad autolimitada, con síntomas que duran de 2 a 4 semanas. Los casos graves se
producen con mayor frecuencia en los niños, y su evolución depende del grado de exposición al
virus, el estado de salud del paciente y la naturaleza de las complicaciones.