En Colombia, todas las personas son consideradas donantes de órganos y tejidos después de su fallecimiento, salvo que hayan expresado su oposición en vida o sus familiares se opongan a esa decisión y no se cuente con su consentimiento de ser donante.

Cuando ocurre una situación de muerte, los hospitales y clínicas están obligados a reportar los casos de posible donación al Instituto Nacional de Salud (INS), que coordina el proceso de donación y trasplante.

Muerte cerebral
Ocurre cuando el cerebro deja de funcionar de manera irreversible, pero los órganos siguen funcionando con soporte médico.

Paro cardiorrespiratorio
Los tejidos (como córneas, piel, huesos) pueden ser donados hasta 24 horas después de la muerte.

Aunque la Ley 1805 de 2016, establece que   "Se presume que se es donante cuando una persona durante su vida se ha abstenido de ejercer el derecho que tiene a oponerse" en la práctica, los profesionales de salud suelen dialogar con la familia del fallecido para informar sobre el estado de salud del paciente.​

Confirmar si el donante expresó en vida su voluntad de donar o no.

El Instituto Nacional de Salud (INS) centraliza el proceso de asignación de órganos y tejidos a través de un sistema de listas de espera.

La asignación se basa en compatibilidad médica entre donante y receptor, urgencia médica, tiempo en lista de espera y factores logísticos (distancia y transporte).

El receptor recibe el órgano o tejido, y el equipo médico lleva a cabo el trasplante.

El paciente receptor continúa en seguimiento médico riguroso para asegurar la adaptación de su cuerpo al órgano trasplantado.

Órganos
Corazón, pulmones, hígado, riñones, páncreas e intestinos.

Tejidos
Córneas, piel, huesos, válvulas cardíacas, tendones y médula ósea.