Cuidado Pediátrico

Recomendaciones para cuidadores

• Procura descansar adecuadamente.
• Programa con un familiar o amigo de confianza, para que cada cierto tiempo te reemplace y puedas tomar un descanso.
• Utiliza el tiempo libre para realizar alguna actividad que te permita relajarte, como hacer ejercicio, visitar amigos o hacer compras. Mientras estés fuera, tu hijo o hija probablemente disfrutará de tener a alguien más con quien hablar y se sentirá renovado cuando regreses.
• Procura mantener una alimentación adecuada. Si su niño o niña está hospitalizado, lleva una lonchera con su comida.
• Pide ayuda. La carga del hogar, el hospital y el cuidado de los niños es abrumadora. Si lo crees conveniente, te sugerimos solicitar ayuda a familiares o amigos en tareas cotidianas como la cocina o la lavandería, entre otras.
• Evita aislarte. Trata de comunicar las dudas que tengas al equipo médico y a otros padres que estén en una situación similar.
• Confía en el equipo médico y transmite información oportuna para recibir ayuda.
• Tómate un día a la vez.
• Mantén un registro fotográfico del tratamiento. Puedes hacer diarios o álbumes de fotos, especialmente de los momentos alegres.
• Evita recibir visitas si tu hijo o hija no se siente bien; recuerda que no es su obligación atender a las visitas.
• Acepta sus emociones. Es normal sentirse triste, cansado, desvalido, desesperanzado, enojado, culpable, angustiado, agresivo; todas las emociones son legítimas.
• Expresa tus sentimientos. Conversar con personas de confianza, con las que te sientas acogido y comprendido, resulta sanador. Solicita ayuda a un psicólogo del equipo de profesionales para que te guíe y acompañe.
• Ten paciencia contigo mismo, tu pareja, tus otros hijos y tu familia.
• Ten cuidado con la información que circula en internet y las redes sociales, ya que no todo es necesariamente cierto.

Fuente: Organización Panamericana de la Salud